Para los que nos preguntábamos, ¿Cómo sería por dentro?.

Fotos de la fortaleza donde eran custodiadas las “vestales” por sus terribles guardianas de la KGB, por supuesto en plena “guerra fria” cuando el más mínimo olor a testosterona a cinco metros de la enorme pared de ladrillo rojo hacian que saltaran todas las sirenas; y antes de la “caída del muro”, porque desde entonces están todos “mezclaos”; jóvenes y “jóvenas” rebosantes de hormonas primaverales y sin “Sor Moskoscaya” ni “Sor Smirnoff” que las protejan.

Vuelvo a repetir ¡¡¡ Cómo ha cambiado el cuento!!!.

P.D. después de amplísimas prospecciones y excavaciones llevadas a cabo por nuestro afamado arqueólogo D. Salvador Bravo no podemos constatar que existiera el “archinombrado” pasadizo que unía las dependencias de los curas y la de las monjas. Ni esa habitacion lugubre donde se amontonaban tarros con fetos metidos en formol. ¡¡Todo una leyenda negra!! ¡¡Otro mito que se nos cayó!!.